La limpieza lenta

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Los Nacionalistas Blancos creen que nuestra raza se volverá extinta a menos que creemos patrias blancas homogéneas dónde pueda nuestro pueblo reproducirse y cumplir nuestro destino, libre de las interferencias de los otros. Sin embargo, los blancos que encuentran esta idea atractiva piensan que es imposible o inmoral. Puesto que el etnoestado requiere la limpieza étnica. Los bordes deben ser redibujados, y decenas de millones deben agarrar sus cosas e irse.

Si Europa ha de ser preservada, cada uno de los africanos, orientales, y asiáticos inmigrantes deben irse, y todos sus descendientes también. En las naciones coloniales de américa y las antípodas, alguna provisión debería ser hecha para los restos de las poblaciones indígenas, y quizás un territorio debe ser puesto para los descendientes de los esclavos no-blancos. Sin embargo, millones de inmigrantes recientes y sus familias deben aún ser repatriados.

¿Pero cómo es esto posible? ¿cómo puede ser moralmente justificado? Los asuntos no se ven ayudados por la literatura revolucionaria fantástica de William Pierce y Harold Covington, quienes ven la limpieza étnica a través del terrorismo y el genocidio.

Entonces, para persuadir a la gente a fehacientemente construir etnoestados, tengo que tratar con cuatro cuestiones: ¿es posible la limpieza étnica? ¿podemos vivir con ella? ¿es moral? ¿tiene que ser desagradable?

¿Es posible que millones de no-blancos dejen las naciones blancas? Siempre respondo esta pregunta con otra pregunta: ¿fue posible que vengan aquí? Si fue posible para ellos llegar, es posible para ellos irse, con todos sus hijos incluidos. Con la tecnología moderna, nunca fue más fácil que millones de personas se muevan. Además, la gente está más desarraigada que nunca. La familia promedio hoy se mueve cada unos pocos años. La mayoría de los no-blancos se están moviendo de todas formas. Sólo queremos que su próximo movimiento sea fuera de nuestras patrias. Así que definitivamente hay una forma de descolonizar las patrias blancas. Sólo tenemos que tener la voluntad.

En lo que compete a la segunda pregunta, dos asuntos son relevantes. Primero, ¿podemos vivir con la limpieza étnica? Esto es: ¿podemos estar cómodos con ello? ¿puede volverse parte de la vida ordinaria? Segundo, hay algo más específico respecto a esto, que es, si es moral.

La gente se encuentra todo el tiempo forzada a moverse por razones económicas:

La gente blanca parece dormir bastante bien durante las noches sabiendo que millones de personas se ven forzadas a migrar por cuestiones económicas, que se reduce básicamente a codicia privada. Así que los blancos pueden aprender a vivir con el estar forzando a la gente a moverse por un propósito superior: la creación de un mundo mejor en el cual todos los pueblos tienen sus propias patrias.

Debido a que la mayoría de las personas no tienen problema en forzar a la gente a moverse por razones económicas, un gobierno Nacionalista Blanco puede hacer que esas razones funcionen para nosotros. No tenemos que estar apurados. La próxima vez que una familia no-blancas se mude por razones económicas, debemos asegurarnos que se muevan fuera de nuestras patrias.

Más allá de eso, los blancos ya están viviendo una limpieza étnica por razones políticas. Pero los blancos son las víctimas y no los beneficiarios. Por dos generaciones o más, los blancos han sido objeto de limpieza étnica masiva en nuestras patrias. Millones de blancos han cambiado de hogar, escuelas, y trabajos millones de veces por culpa del fin de los barrios, escuelas y negocios racialmente segregados y la inyección de millones de inmigrantes no-blancos, que han destruido barrios, escuelas y trabajos blancos, forzando a las familias blancas a moverse a otro lugar en búsqueda de “mejores” (es decir blancos) lugares para vivir y trabajar. Más allá de los costos financieros y humanos enormes de esta limpieza étnica, los blancos han estado “viviéndolo” bastante bien. Pocas veces parece entrometerse en sus consciencias, mucho menos en la expresión públicas, y muchísimo menos en la acción y el cambio político.

Así que pienso que los blancos pueden vivir consigo mismos bastante bien si se les impone el mismo proceso de limpieza étnica a los no-blancos, y pienso que los no-blancos pueden vivir con ello también.

Durante décadas ya, los blancos han encontrado una forma de “vivir con” el sistema en el cual, como raza, no tenemos futuro. A menos que el sistema político, económico y cultural vigente sea destruido, los blancos se volverán extintos en sus propias patrias, y serán remplazados por no blancos. Somos víctimas de un proceso lento, frío, de genocidio. Sin embargo, estamos manejándonos para “vivir con él”, debido a que estamos narcotizados y distraídos por el individualismo, la búsqueda de carrera, consumismo, hedonismo, y un egoísmo total.

Los Nacionalistas Blancos deben despertar a nuestro pueblo frente al hecho de que no tenemos futuro en el presente sistema. Esa concientización hará imposible que los blancos “vivan con” el sometimiento genocida. Entonces, cambiaremos el sistema.

Para crear patrias blancas, debemos crear un sistema donde los no-blancos sean los que no tengan futuro en nuestras patrias. En este caso, sin embargo, “sin futuro” no es una especie de eufemismo mafioso o militar para el genocidio, debido a que los no-blancos tienen patrias a lo largo del mundo, nos aseguraremos que lleguen allí. Y si los blancos pueden vivir con un sistema en el cual no tenemos futuro alguno, entonces seguramente los no-blancos pueden vivir con un sistema en el cual su gente tiene un futuro en sus propias patrias.

Por supuesto, la respuesta simple a la pregunta de si podemos “vivir con” una limpieza étnica es que, como raza, no podemos vivir sin ello. Pero eso nos lleva a la cuestión moral: ¿es la limpieza étnica lo correcto?

En mi ensayo “Extinción Blanca [3]”, argumenté que, bajo el sistema presente, los blancos se extinguirán, y la única solución real es la creación de etnoestados blancos. La limpieza étnica, por lo tanto, es un asunto de simple defensa personal frente a la amenaza de la pérdida de la propia vida, y la defensa propia puede incluso justificar moralmente matar a otras personas.

Imaginen que son asaltados por un enemigo implacable que trata matarlos. Tienen una sola bala, y sólo pueden salvarse con seguridad matándolo. En tal caso, asesinar está moralmente justificado por la simple defensa propia.

Ahora imaginen un escenario en el cual el asaltante no es un asesino a sangre fría sino alguien cuyas capacidades son disminuidas. Él puede estar loco. Furioso. Incluso puede haber sido engañado para asaltarte, pensando que es un acto de defensa personal. Él puede ser un soldado siguiendo órdenes. Quizás está actuando bajo coacción. Pero en todos los casos, es un asunto de vida o muerte, de matar o morir, entonces asesinar a la otra parte está moralmente justificado como asunto de defensa personal.

Imaginen ahora un escenario en el cual el asaltante utiliza un escudo humano. Incluso en esa situación, si es un asunto de vida o muerte, ¿uno puede ser culpado moralmente por el asesinato del escudo humano en orden de salvarse?

Ahora, en lugar de un escenario que involucre a dos individuos, imagínense a dos pueblos peleando a la muerte. En tal situación, un pueblo está moralmente justificado en usar incluso fuerza letal para preservarse de la extinción.

Afortunadamente, aunque tales medidas drásticas son moralmente justificables in extremis, no son necesarias para la supervivencia de los blancos y pueden incluso ser contra-productivas. Los Nacionalistas Blancos necesitan reconocer que la desposesión blanca no ocurrió de golpe y con violencia, y no será resuelto de esa forma.

La desposesión blanca es un proceso desplegándose a lo largo de generaciones. Sus arquitectos conocían muy bien que su fin último era la extinción de la raza blanca. Pero ellos no estuvieron interesados en un paroxismo rápido de genocidio anti-blanco, como tan emocionalmente satisfactorio que eso pudo haber sido. ellos sabían que es difícil movilizar a un pueblo a cometer asesinato en masa, y es peligroso, porque las víctimas se defenderían y quizás victoriosamente, en tal caso el pueblo de uno puede ser erradicado en respuesta.

Por lo tanto, ellos concibieron un proceso lento y seguro de genocidio. Sabían que si las tendencias demográficas anti-blancas fueran puestas a trabajar y sostenidas a lo largo del tiempo –es decir, baja natalidad, familias colapsadas, mestizaje, inmigración no-blanca, penetración no-blanca de los espacios para vivir, etc.- el resulto a largo término sería la extinción blanca, y muy pocos blancos serían conscientes de ello, mucho menos pelearían, hasta que la resistencia sea inútil al menos.

Cuando los blancos retomemos control sobre nuestras patrias, necesitamos adoptar medidas de amplia visión de la misma profundidad. Necesitamos adoptar tendencias demográficas pro-blancas y ponerlas en movimiento y mantenerlas. El tiempo se hará cargo del resto. A la corta, necesitamos incrementar la tasa de natalidad blanca. Pero nunca ganaremos al competir en superar la natalidad de los no-blancos hasta que el planeta se quede sin un lugar en pie. El problema no es que somos pocos, sino que hay demasiados de ellos en nuestras patrias.

Por lo tanto, necesitamos poner en marcha un proceso ordenado, humano y bien planeado de limpieza étnica. Hay, además, ningún apuro. Nuestros enemigos planearon eliminarnos a lo largo de generaciones. Podemos tomarnos unas décadas para planear bien las cosas. Habrá, sin embargo, dividendos psicológicos inmediatos para los blancos que sepan que las cosas están en correcta dirección, que nuestro futuro está asegurado, y que nuestros hijos y nietos vivirán en patrias blancas.

El primer paso es hacer algunas distinciones. Hay ciudadanos no-blancos y extranjeros no-blancos. Entre los extranjeros, hay legales e ilegales.

Necesitamos lidiar con los extranjeros primero. Empezaremos cerrando las fronteras a los no-blancos. Entonces los ilegales no-blancos serán simplemente deportados. La forma más económica es forzarlos a deportarse a sí mismos al cortarle empleo y beneficios. Los legales están aquí visados. Simplemente no les renovaremos las visas, y cuando expiren, nos aseguraremos que se vayan. También repeleremos el derecho a ciudadanía por nacimiento, y lo haremos retroactivo. Devolveremos a los bebés carnada junto a sus madres. Todos estos pasos, por supuesto, serán tomados de forma consistente y humana respetando el derecho a la vida, a la propiedad y el debido proceso. Tan solo en los EEUU, tal política se sacaría de encima a decenas de millones de recientes inmigrados durante los últimos años.

Mientras que para los ciudadanos no-blancos, aunque nuestro objetivo es quitarles la ciudadanía y todo derecho de participar en el proceso político (“derechos civiles”), les reconoceremos y le protegeremos sus “derechos humanos”: el derecho a la vida, a la propiedad, al debido proceso, etc. También respetaremos sus derechos a ciertos beneficios gubernamentales, por ejemplo, educación, asistencia social, pensiones y jubilaciones, etc.

Debemos reconocer que la principal amenaza demográfica de los no-blancos viene de la gente en edad de formar familias, los cuales deberían ser nuestro punto de enfoque. Por lo tanto, no blancos de la edad de 50 años, que son productivos y buenos ciudadanos no tendrían nada que temer de nosotros. Ellos serán capaces de trabajar, retirarse y vivir el resto de sus vidas con todos los beneficios que les corresponde, y con protección plena de sus derechos humanos.

Sin embargo, un régimen Nacionalista Blanco también hará posible la reunificación familiar funcional a favor de la inmigración, así que los ancianos no-blancos tendrán incentivos de unirse a sus familias en sus patrias, dónde sus pensiones probablemente vayan más lejos.

Los ciudadanos no-blancos pueden ser divididos entre cumplidores de la ley y criminales. Los criminales serán encarcelados y podrán tener libertad condicional fuera de nuestras patrias. Debido a que gran porcentaje de negros tiene problemas con la ley, esta política nos ayudaría a deshacernos de millones de ellos en unas pocas décadas.

Los cumplidores de la ley no-blancos en edad de tener familias también pueden ser divididos en trabajadores y de tendencia ascendente (ej.: judíos, y asiáticos del sur y del este) e indolentes y dependientes de la acción social (principalmente negros y marrones). Los segundos se acrecentarán una vez que dejemos de pretender que son nuestros iguales y terminemos con la Acción Afirmativa y programas para realizar trabajo. Sería más barato darles manutención estatal por vida en lugar de encajarlos en el sistema para pretender que trabajan.

Se puede lidiar fácilmente con los no-blancos pasivos e indolentes. Les daría beneficios sociales de por vida, mientras que lo cobren en sus patrias.

Mientras que para los no-blancos enérgicos, trabajadores y ascendentes, como toda gente moderna, ellos se mueven mucho. Sólo me aseguraré que su siguiente movimiento sea fuera de nuestra patria. Los niños no-blancos en edad de ir al colegio serán educados en sus lenguas nativas. Cuando lleguen a la edad de ir a la universidad, serán enviados fuera, dónde será natural que busquen trabajo allí.

Tales políticas crearían patrias enteramente blancas dentro de unas pocas décadas, y el proceso será ordenado, humano, y consistente con los derechos humanos de todas las partes.

Para mantener una limpieza lenta, los Nacionalistas Blancos deben por supuesto mantener el poder político. La gente tendrá la oportunidad de votar cualquier cosa, pero la degradación y la destrucción de la raza blanca estará fuera del menú.

Más allá de eso, debemos crear una constelación de grupos de intereses que se beneficien de la limpieza lenta. Las compañías de mudanza, por ejemplo. Además, las industrias que se ven dañadas por el proceso deben ser cooptadas, divididas, y de otra forma neutralizadas como fuentes potenciales de oposición. Por ejemplo, las industrias que pierden beneficios debido a la mano de obra barata deberían recibir protecciones tarifarias, apoyo a los precios, rescates financieros –cualquier cosa, realmente, para callarlos.

Otro punto importante a considerar es que la limpieza lenta no necesita tener un enorme programa gubernamental. Simplemente necesita poner en marcha programas gubernamentales existentes, instituciones privadas, y tendencias sociales a trabajar para promover la emigración no-blanca. La mayoría de los no-blancos fueron traídos aquí bajo programas gubernamentales. Vinieron aquí por los programas y beneficios de compañías privadas e incentivos gubernamentales. Cuando estos incentivos son cambiados, muchos no-blancos simplemente se deportarán a sí mismos. Debido a la naturaleza de la economía moderna, la mayoría de los no-blancos se mueven demasiado. Simplemente esperaremos a su siguiente movimiento, y nos aseguraremos que sea en un país no-blanco. Debido a la indolencia, la incapacidad laboral, y la criminalidad, muchos no-blancos ya han oído dónde vivir por el gobierno. La próxima vez que caigan en el sistema, simplemente los exportamos.

Muchos blancos se encuentran incómodos sobre reubicar a los no-blancos que han puesto sus “raíces” en nuestras patrias. Los no-blancos tienen decenas de miles de años de raíces en sus patrias. Sin embargo, de alguna forma lograron llegar aquí. Así que, si sus raíces allí no les importaron, ¿por qué nos debería importar a nosotros? y si sus superficiales raíces aquí nos importan, ¿no nos deberían importar mucho más las nuestras?

La libertad de elección es una cosa importante, pero preservar a nuestra raza es aún más importante. La mayoría de los blancos acepta límites a nuestra libertad en orden de salvar a especies de animales en peligro de extinción, también a plantas, y estamos dispuestos a imponer los mismos límites a otros les gusten o no. Es tiempo de tomar la preservación de nuestra raza con la misma seriedad.