La controversia del “Matrimonio Gay”

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Tanto los promotores y opositores del matrimonio homosexual comparten una premisa falsa: que la legalización del matrimonio homosexual derriba la “heteronormatividad”, es decir, la idea de que la heterosexualidad es normal y las otras formas de sexualidad no lo son. Pero la idea de que cambiar leyes respecto al matrimonio puede cambiar la heteronormatividad es simplemente falsa. 

¿Qué quiero decir cuando digo que el comportamiento homosexual es anormal? No quiero decir que es no natural, debido a que existe en la naturaleza. Incluso es hallado en muchas especies además del hombre. No quiero decir tampoco que es un pecado, es decir, algo que molesta a Dios. La idea de pecado básicamente paraliza la capacidad de pensar racionalmente sobre la moral.

Para mí, el problema de la anormalidad se reduce a la homosexualidad como sexualidad no-reproductiva y recreacional.  Y si todos tuvieran sexo no-reproductivo, y recreacional todo el tiempo, la especie humana perecería. El comportamiento heterosexual es normal, porque sólo el sexo heterosexual puede perpetuar la especie, teniendo en cuenta que la concepción no sea bloqueada por anti conceptivos.

Así que el verdadero problema no es siquiera lo homosexual contra lo heterosexual, sino el sexo reproductivo contra el no reproductivo. Y eso es todo lo que hay.

Los comportamientos y gustos homosexuales son más viejos que la especie humana, pero la idea de que la homosexualidad es una identidad es más bien un fenómeno reciente. La gente con gustos exclusivamente homosexuales son una minoría en la sociedad, no importa que tan permisiva y decadente.  Entonces, surge a la razón que ninguna sociedad ha dejado de existir porque una minoría homosexual no se reproduce. Las sociedades declinan demográficamente cuando la mayoría heterosexual no se reproduce, principalmente por el control natal. Entonces, si el sexo no reproductivo es un problema porque no perpetua la raza, el peso de la culpa cae en los egoístas y hedonistas de los heterosexuales.

Los defensores del matrimonio homosexual piensan que la heteronormatividad es simplemente una construcción social, una convención que puede ser cambiada mediante la legislación, la educación y un incansable lavado de cabeza mediático. Pero la heteronormatividad está basada en la naturaleza y no en convención. La reproducción sexual ha existido antes de que la humanidad evolucione. Las aves y las abejas lo hacen también. Así que la heteronormatividad no es una construcción social y no puede ser cambiada por la sociedad. Sólo puede ser cubierta, mentida, o ignorada –a costa del bienestar de la sociedad.

Es fácil entender porque los defensores del matrimonio homosexual piensan que están derribando la heteronormatividad. Es más difícil de entender porque los opositores están de acuerdo en este punto. Los oponentes afirman que definir legalmente el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer es la clave para preservar las instituciones del matrimonio y la vida familiar.

Esto no tiene sentido por dos razones.

Primero, si la heteronormatividad está basada en la naturaleza o en un mandato divino, no en la ley, entonces no puede ser cambiada al cambiar las leyes. (Las leyes humanas, pueden, por supuesto, fortalecer las leyes naturales al agregar castigos e incentivos adicionales para seguir a la naturaleza).

Segundo, las instituciones del matrimonio y la vida familiar ya han sido casi totalmente destruidas. Pero durante todo el período en el cual el matrimonio y la familia ha estado en decadencia, los homosexuales no han tenido la posibilidad de casarse, y el matrimonio ha sido definido como la unión entre el hombre y la mujer. En otras palabras, el matrimonio y la vida familiar ha estado en declive con su heteronormatividad intacta enteramente. Por lo tanto, los heterosexuales llevan la principal culpa por el declive del matrimonio y la familia.

Debido a que los homosexuales son una pequeña minoría, y sólo una pequeña minoría de esa minoría desea casarse, pienso que los opositores al matrimonio homosexual nos deben una explicación, de cómo, exactamente, tal grupo pequeño de personas podría arruinar el matrimonio más de lo que ya han hecho los heterosexuales.

Si uno realmente quisiera defender el matrimonio y fortalecer la familia, uno debería hacer lo siguiente.

 

  1. Terminar con el divorcio sin-culpa.
  2. Criminalizar el adulterio.
  3. Criminalizar la alienación de los afectos.
  4. Acabar con el apoyo estatal económico a las madres solteras.
  5. Establecer la presunción legal de que las madres solteras son incapaces, así que poner en adopción a sus hijos ilegítimos es la norma.
  6. Terminar con la adopción de individuos solteros.
  7. Instituir incentivos positivos para los individuos de alta calidad que deseen casarse y tener hijos.
  8. Instituir incentivos impositivos para que la gente se case y desalientos para que se mantenga soltera.

Estas políticas significarían el fortalecimiento de los vínculos del matrimonio y la vida familiar. Y las cargas y beneficios de estas medidas caerían sobre la población heterosexual, a la cual pertenecen.

Pero ninguno de nuestros políticos cruzados pro-familia y moralistas muestran interés alguno en tales medidas. Y eso, para mí, es un signo de que toda la campaña anti-homosexual es otra estafa de la falsa Derecha conservadora: (1)  los homosexuales como chivos expiatorios para tapar el desastre que los heterosexuales le han hecho a la vida familiar y al matrimonio, (2) enfocar el descontento, la energía, el idealismo y el dinero de cierto segmento de la Derecha (aunque sea un segmento bastante desesperanzado, desde mi perspectiva) en otro camino muerto, una batalla que, incluso si fuera ganada, no haría algo para frenar el declive demográfico de nuestra raza.

Solía pensar que estos individuos mainstream de derecha eran meramente estúpidos y/o engañados. Mucho del rango y la fila lo están. Pero ellos son generalmente mucho mejores que su liderazgo. Los que están en la cúspide se encuentran tan equivocados y son tan inefectivos que es difícil resistirse a la conclusión de que son agentes del enemigo, trabajando para desviar y disipar a los disidentes de la derecha, mucho menos permitir que emerja un verdadero populismo que podría amenazar con la hegemonía de nuestra coalición gobernante de judíos y sin raza, plutócratas sin raíces. Pienso que el propósito de sus campañas es correr el reloj hasta que los blancos sean una minoría y no haya esperanza de cambio dentro del sistema presente.

El único asunto político que importa es si la raza blanca continuará con su existencia en este planeta en 200 años. Los EEUU blancos están increyentemente dándose cuenta, y alarmándose, de nuestro declive demográfico. Pero apelar francamente a los intereses raciales blancos todavía es tabú en la Derecha de los EEUU. En su lugar, la derecha mainstream a lo mejor nos ofrece proxies racialmente neutrales por intereses raciales (oponiéndose al matrimonio homosexual y a la quema de banderas, o promoviendo el rezo en la escuela) o directamente el suicidio demográfico (oponiéndose al aborto). Así pienso que el Nacionalismo Blanco nunca se moverá hacia adelante hasta que la derecha mainstream sea derrotada y desacreditada. Espero que, para esa época, no sea demasiado tarde para salvar a nuestra raza.

He argumentado que el matrimonio homosexual es un asunto importante desde el punto de vista demográfico blanco. La cosa más importante es incrementar la fertilidad y los padres blancos para fortalecer el matrimonio y disminuir el sexo no-reproductivo entre los heterosexuales. También he argumentado que el matrimonio gay es un problema promovido por la falsa derecha como una distracción de los problemas más graves. Pero no voy a lidiar con los méritos de los deméritos del matrimonio homosexual como política, porque necesito gastar más lectura y pensamiento al asunto. Yo quiero, sin embargo, terminar este ensayo al menos elevando la posibilidad de una sociedad que combina la “heteronormatividad” con tolerancia.

La única forma real de mantener estándares altos es reconocer que la gente se quedará corta con ellas de alguna forma. Esto quiere decir una cierta cantidad de latitud y tolerancia.

Una sociedad que no puede tolerar deviaciones de sus normas inevitablemente bajará sus estándares para hacer más fácil que la gente obedezca.

Y al final de ese proceso se encuentra el nihilismo total, puesto que la integridad de los valores es el máximo valor, y al final, será el único valor. Puesto que la forma más fácil de asegurar la integridad perfecta y volver imposible la hipocresía es valorar nada excepto ser uno mismo en el momento presente, es decir, el colapso de cualquier diferencia entre lo real y lo ideal, el afirmar que sea lo que sea que pase uno debe ser real en cualquier momento, ese es el ideal.

En pocas palabras, la única forma siempre practicar lo que uno dice es decir sólo lo que uno práctica.  Y eso se reduce a hacer lo que uno siente en el momento, una especie de auto-afirmación sin base la cual es básicamente la muerte cultural y moral hacia la cual está yendo el liberalismo.

Incluso si uno mantiene la heteronormatividad como ideal social, es aún posible ser como la gente que se cae de esa marca. Particularmente en una sociedad Nacionalista Blanca, donde nuestros conciudadanos también son nuestra familia extendida.

¿Por qué no podemos tener una sociedad en la cual los padres de los niños homosexuales dicen: “Lamentamos que no nos vas a dar nietos, es una desgracia. pero aún te amamos como nuestra sangre y carne, y sabemos que has sido un buen hijo para nosotros, un buen hermano a tus hermanos, y un buen tío a tus sobrinos”?

¿Por qué no podemos tener una sociedad en la cual los homosexuales acepten que se quedan cortos con la norma, en lugar de derribar las normas para sentirse bien consigo mismos? ¿Por qué no podemos tener una sociedad en la cual los homosexuales estén agradecidos con los heterosexuales que le dan vida y alegres con que los otros estén llevando adelante sus familias y su raza como un todo?

Creo que ha habido varias personas que piensan de esta forma. Pero sus voces no son oídas.