Agótate a ti mismo, salva al mundo

AtlasRockefellerCenter [1]1,469 words

Traducción por A. Garrido

Enlace original aquí [2]

Algún momento en 2003, estaba cansado y pensando en dejar el trabajo en un proyecto relacionado con el movimiento. Eran las 2:30 a.m., y no había estado durmiendo bien por un tiempo. Pero entonces una pregunta se me ocurrió: “¿Para qué te estás guardando?” ¿Realmente necesito mi sueño reparador? Todo lo que guardamos tiene que ser agotado en algún momento, porque la muerte se lo llevará al final. Y no salvaremos el mundo guardándonos a nosotros mismos. Lo salvaremos sólo agotándonos a nosotros mismos.

Así que trabajé otros 90 minutos, luego dormí profundamente y me levanté al día siguiente con energía renovada y entusiasmo. Descubrí que a veces cuando pedimos más de nosotros mismos, encontramos que tenemos más para dar – más de lo que sospechábamos.

Una perenne pregunta debatida por los derechistas estadounidenses es por qué la política deriva continuamente hacia la Izquierda [3]. Un factor importante es simplemente que la Izquierda es moralmente más fuerte que la Derecha, lo que les da una ventaja sistemática.

La fuerza moral tiene dos dimensiones.

Primero, los izquierdistas en promedio son más dedicados, idealistas, y altruistas que los derechistas. Significando que están dispuestos a trabajar más duro y sacrificar más para llevar a cabo sus ideales.

Segundo, tanto los izquierdistas como los derechistas del sistema comparten la misma básica perspectiva igualitaria individualista, pero los izquierdistas son fieles a sus ideales, mientras que los derechistas están más dispuestos a transar sus ideales por timidez, codicia, e inercia. Pero en igualdad de condiciones, un hombre de principios es siempre moralmente más fuerte que un hipócrita, por tanto los izquierdistas siempre andan por ahí discutiendo con la Derecha.

Muchos nacionalistas raciales rechazan al individualismo igualitario. Nosotros pensamos que el individualismo y la igualdad no son totalmente sin valor. Pero no son los valores más altos de una sociedad. El más alto valor es el bien común: la preservación y florecimiento de nuestro pueblo. Cuando la igualdad o individualismo entran en conflicto con eso, el bien común siempre debe ganar.

Pero si bien rechazamos las premisas morales de la Izquierda, destruyendo una de sus ventajas morales de raíz, aún no hemos igualado la otra ventaja moral de la Izquierda: su idealismo superior, compromiso, y auto-sacrificio. En igualdad de condiciones, el equipo que pueda reunir esto en un más alto nivel, ganará.

En este ámbito, la principal piedra de tope de la Derecha es la moralidad burguesa. Como yo la defino, la ética burguesa afirma que el más alto bien es una larga, cómoda y segura vida. Esto está en contradicción con el ethos aristocrático que afirma el honor como el más alto valor, al que el aristócrata está dispuesto a sacrificar tanto su vida como su riqueza (El hombre burgués, por el contrario, está demasiado dispuesto a sacrificar su honor para perseguir la riqueza y extender su vida). La ética burguesa es también opuesta a la disposición de los idealistas para morir por principios, ya sean religiosos, políticos o filosóficos.

El ethos burgués fue articulado por los primeros filósofos modernos como Hobbes, Locke, y Hume, quienes acumulaban desprecio al “orgullo y vanagloria” de los aristócratas y la “superstición y entusiasmo” de los fanáticos, ya que estos valores hacen a los hombres “controvertidos y peleadores”, lo que interfiere con la búsqueda pacífica de la felicidad por el “trabajador y racional”.

En términos de la tripartición del alma de Platón [4] entre razón, espíritu (thumos), y deseo, el fanático está regido por la razón ya que su más altos valores son cuestión de principios; el aristócrata está regido por el espíritu ya que su más alto valor es el honor; y el hombre burgués está regido por el deseo, ya que su más alto valor es una larga, pacífica, y próspera vida.

La búsqueda burguesa de la felicidad básicamente reduce las motivaciones humanas a la codicia y al miedo: codicia por más vida, más propiedad, más seguridad – y miedo a la muerte, inseguridad, y pérdida material. Con el tiempo, la mismísima posibilidad de otras motivaciones – idealismo y auto-sacrificio – se ha alejado del entendimiento burgués de la psicología.

Esto resume bastante bien la mentalidad de los conservadores burgueses estadounidenses, cuya completa ética se consagra en salvarse a sí mismos y acumular riqueza, en lugar de agotarlas en valores más altos. Cuando encuentra a personas con preocupaciones más altas, el hombre burgués argumenta que estos están simplemente actuando llevados por una disfrazada forma de egoísmo, o, cuando esto falla, cacarea en desaprobación sobre las inescrutables fuentes y malignas consecuencias del fanatismo humano.

La Izquierda moviliza mayor dedicación, idealismo, y auto-sacrificio que la Derecha simplemente porque aquella desprecia el egoísmo del hombre burgués y el anti-intelectualismo. Incluso el Marxismo [5], que tiene un sistema de valores completamente materialista, en efecto “respalda” al idealismo y al auto-sacrificio simplemente negando al ethos burgués. El Nacionalismo Blanco necesita desesperadamente hacer lo mismo.

Desafortunadamente, el movimiento nacionalista blanco estadounidense es completamente burgués. Tenemos una cultura de dar-excusas y fracaso, una actitud de “no puedo hacerlo”. He asistido a demasiadas reuniones en que cansados viejos vendidos persuaden a los jóvenes idealistas para seguir su camino burgués: mantener sus cabezas abajo, mantener la boca  cerrada, proseguir sus carreras, y acumular dinero, hasta…Bueno, eso nunca ha sido aclarado. Pero la respuesta es: (1) hasta que mueran con sus fortunas y sus reputaciones del sistema intactas, sin lograr una fracción de lo que podrían haber hecho con una ética diferente, o (2) hasta que hombres que no tomen ese consejo creen un movimiento que valga la pena seguir.

El movimiento europeo es mucho más saludable que el norteamericano, principalmente porque Estados Unidos y Canadá son sociedades completamente burguesas, mientras que Europa todavía tiene restos de un ethos pre-burgués. Norte América fue ampliamente poblada por aquellos que prefirieron la búsqueda de oportunidades económicas por sobre los vínculos con sus patrias, mientras que aquellos que permanecieron atrás enfrentaron la misma elección y eligieron quedarse. Tales preferencias continúan importando hoy en día.

Incluso los nacionalistas blancos estadounidenses que rechazan el conservadurismo piensan en términos psicológicos completamente burgueses [4] y no pueden desentrañar otros motivos que la codicia y el miedo. Son inconcientes de que este concepto de motivación humana es en sí mismo un código moral, a saber el burgués, y que existen otros códigos morales que desprecian tales motivos.

Hay nacionalistas blancos que afirman que el altruismo o idealismo son meras máscaras para motivos puramente egoístas. Pero no explican por qué, si todo el mundo es realmente egoísta, tantas personas se molestan en fingir una moralidad que según ellos es practicada por nadie en absoluto.

En términos biológicos, altruismo es cualquier acto que disminuya el bienestar del actor mientras incrementa el bienestar de individuos emparentados, que también ayuda a promover los propios genes del actor en aquellos a los que él beneficia. Parasitismo es cuando un actor trabaja para beneficiar individuos genéticamente no-emparentados, tal como cuando un ave incuba los huevos y alimenta a los polluelos de la descendencia de una especie parásita.

El despojo blanco, incluyendo la auto-destrucción o suicidio racial, está ocurriendo debido a que nuestro altruismo biológico ha sido transformado en parasitismo biológico. Independiente de quién está promoviendo y beneficiándose de tal conducta, esto no habría sido posible si los blancos no tuvieran una predisposición al universalismo moral e imparcialidad, que hace posible para nosotros concebir a incluso pueblos dramáticamente no-emparentados como miembros de una comunidad moral común. Tampoco habría sido posible si nuestro sentido de altura de miras no incluyera una disposición a hacer gestos morales hacia extraños –incluso con el riesgo de que no serán correspondidos – con la esperanza de expandir nuestra comunidad moral, y persistir en estos gestos una y otra vez, incluso cuando son rechazados o explotados. Una tarea crucial para los nacionalistas blancos es combatir tal moralismo auto-destructivo, y de nuevo ampliar nuestro altruismo dentro de límites biológicamente funcionales.

Pero si la Izquierda es tan altruista, la Derecha burguesa no lo es lo suficiente. Comprender la propia vida individual por sobre la raza es una tontería. Los valores más altos son objetivos y persistentes, no subjetivos y fugaces. El individuo muere, pero la raza puede continuar viviendo – si encuentra a los defensores correctos. Los individualistas burgueses tienden a perder de vista el propósito de la riqueza y la reputación, que sólo hacen la diferencia si son agotadas, no guardadas, y se pierden si la muerte se las lleva intactas.

Como movimiento, necesitamos cultivar idealistas que tomen los principios seriamente y a guerreros que estén dispuestos a pelear y, si es necesario, morir por nuestro pueblo. Sólo esta gente tiene la fuerza moral para comenzar a halar el espectro político de vuelta hacia la Derecha. Nuestro impacto en el mundo se basa en lo que agotamos, no en lo que guardamos. Necesitamos agotarnos nosotros mismos para salvar al mundo.