Pánico Gay en la Derecha Alternativa

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La Derecha Alternativa es sujeto a ocasionales explosiones de pánico gay. Durante la mayoría de la historia humana, los hombres han ocupado exclusivamente los puestos en asuntos de política y guerra, y en aquellos reinos de la cultura dónde la mujer participó — como en la religión y la educación — los sexos aún estaban separados en lugar de mezclados. Debido a que este es un movimiento político, es naturalmente atractivo a los hombres. Debido a que es un movimiento político disidente, también tiende a asustar a las mujeres.

Sin embargo, en el mundo contemporáneo, todas las instituciones predominantemente o exclusivamente masculinas son maltratadas como “gay”. El propósito de esta acusación es bajar la confianza y elevar el conflicto dentro de los grupos masculinos y promover que se integren con mujeres, cuya presencia supuestamente proveerá un seguro contra futuras acusaciones de ser “gay”.

Generalmente, este tipo de insultos originan en la Izquierda, dónde la homosexualidad es supuestamente una buena cosa. Pero el pánico gay presupone una “homofobia”, uno de los pescados de la Izquierda. La Izquierda se encuentra bastante feliz, sin embargo, de explotar tales sentimientos para debilitar cualquier institución masculina que haga a los hombres individuales o la sociedad como un todo más fuerte, desde los gimnasios y las ligas deportivas hasta los clubs de hombres y el ejército –y ahora, los guardianes de la raza blanca.

Desafortunadamente, la izquierda no es la única fuente del pánico gay en nuestras filas. La mayoría de los ejemplos recientes son auto-infringidos.

Por ejemplo, después de la conferencia del NPI en Halloween de 2015, los dos Matts, Parrot y Heimbach, inventaron la historia de que Heimbach fue desinvitado por el NPI porque una “mafia gay” desaprobaba sus opiniones antiguo testamentarias sobre la homosexualidad. Su motivo fue la furia narcisista, y su objetivo era simplemente dañar al NPI al comenzar un pánico gay, un troll tan divisivo que fue ardientemente promovido por el Southern Poverty Law Center el cual comparte la misma agenda destructiva. Naturalmente, allí siguió un importante llorisqueo y gimoteo en las olorosas jaulas de hamsters del movimiento en internet, lo cual generó una fuerte desconfianza y mala voluntad pero que no frenó o atrasó la programada marcha a la extinción de nuestra raza.

La agitación de pánico gay más reciente viene de Sinead “Renegade” McCarthy, cuyas marcas negras incluyen relacionar la Defensa Blanca con la locura de la tierra hueca y las campañas anti-vacunas, engañando a la gente que cree que hay más del activismo que mujeres con ojos locos repartiendo volantes (por ejemplo, Richard Spencer, Angelo Gage, Nathan Damigo, etc.) y básicamente demandando que el movimiento capitule al feminismo. Sus motivos en presionar el botón del pánico gay parecen ser partes iguales de furia narcisista y entrista.

Lo que nos lleva a la pregunta del rol adecuado de las mujeres en “el movimiento”. Primero, antes que nada, “el” movimiento no está unificado ni es monolítico. Hay múltiples grupos y plataformas, y si no te gusta lo que está en oferta, puedes crear algo más adecuado a tu gusto. Andrew Anglin piensa que las mujeres no tienen nada que ofrecer al The Daily Stormer, y ese es su derecho. En Counter-Currents publico mujeres como Savitri Devi, Juleigh Howard-Hobson, Margot Metroland, y Ann Sterzinger no “porque sean mujeres”, sino porque hacen un buen trabajo. He realizado entrevistas con Lana Lokteff porque ella hace un buen trabajo. También estoy agradecido a las donadoras y organizadoras, nuevamente porque agregan valor al movimiento. Finalmente, soy increyentemente intolerante a los gamers, MGTOWs[1], y misóginos, porque su ethos no es compatible con el orden sexual saludable que queremos crear, orden al cual el feminismo se opone.

Pero rechazo completamente la noción feminista de que la igualdad de género debería ser una norma y que deberíamos recibir a las mujeres –cualquier mujer, incluso mujeres que no tengan valor o que estén objetivamente contra nuestra causa- sólo porque son mujeres. Esto es la guerra, no un salón de baile. En mi rincón del movimiento, la mujer que agrega algo a la causa es bienvenida. No tengo tiempo para hombres o mujeres que agregan nada. Y los hombres que sólo acosan o repulsan a las mujeres que efectivamente si agregan algo necesitan ser seleccionados y descartados.

El pánico gay debilita al movimiento, así que ¿cómo podemos defendernos contra ellos? Hay básicamente dos opciones: (1) deshacerse de todos los homosexuales o (2) que nos dejen de importar.

La primera opción no puede funcionar, por la simple razón de que los pánicos gay no requieren la actual presencia de homosexuales sino la mera posibilidad de que estén presentes. Un grupo masculino puede ser 100% heterosexual, pero eso no los previene de personas deshonestas y maliciosas que difunden rumores, acusando, y empezando pánicos gays.

Esto quiere decir que los hilos en los foros de internet sobre la “purga” sin fin carecen de sentido.

Esto quiere decir que la única forma de proteger al grupo contra los pánicos gays es simplemente dejar de preocuparse por ello. Cuando alguien trata de hacer un asunto de Jack Donovan hablando en el NPI o James O’Meara escribiendo para Counter-Currents, nada los frena más muertos que simplemente decir, “no me importa”. Queriendo decir: no me mancha. No me hace sucio. No hay culpa por asociación. No te podés contagiar enfermedades por la internet. Así que simplemente no me importa.

Por supuesto, lo que hace que la mayoría de las personas se preocupe por los homosexuales es la biblia, la cual trata a la homosexualidad no sólo como anormal sino como una ofensa a Dios. Esta es la fuente de la intensa e irracional ansiedad y el sentido de contagio moral involucrado en los pánicos gays. Entonces, en consecuencia, entre más cristiana la organización es, más frágil es frente a los pánicos gays. Lo cual implica que entre menos cristiana una organización sea, menos susceptible es a esta forma de subversión.

Esto también implica que los recientes pánicos gay en la Derecha Alternativa pueda eventualmente fortalecerla, o al menos ciertos segmentos. Si Parrot y Heimbach esperaban que su difamación de “mafia gay” dividiría a esos susceptibles de pánicos gay lejos del NPI y atraerlos a Trad Youth, el efecto neto sería tan sólo hacer de Trad Youth algo más frágil y el NPI mucho más resistente. Porque Trad Youth es abrumadoramente, si no exclusivamente, masculina. Lo cual significa que pueden ser víctimas de su propio petardo. (Algún día algún idiota va a sugerir que el polvo con el NPI era meramente una pelea gay entre facciones de osos y cazadores).

Esto trae al frente la cuestión sobre el rol de los homosexuales en “el” movimiento. Nuevamente, tan sólo puedo controlar mi pequeño rincón del movimiento, pero mi visión es que el Nacionalismo Blanco debería ser “recto, pero no angosto”, queriendo decir que deberíamos defender y sostener la heterosexualidad como la norma, pero también reconocer que no todos encajan en esa norma. Pero siempre y cuando los homosexuales sostengan normas saludables y tengan algo positivo que contribuir, ellos pueden y hacen de nuestro movimiento algo más fuerte, si nos dejamos de preocupar por ello.

1. Men Going Their Own Way es una comunidad online de la Manosfera.